lunes, 12 de marzo de 2012

Los puritanos

Los escritos de los Puritanos constituyen un rico manantial de ayuda a la consejería bíblica porque:
(1) Estaban comprometidos con la autoridad funcional de la Escritura; la Biblia era el
manual por excelencia para resolver todos los problemas del corazón.
(2) Desarrollaron un sistema de diagnóstico sofisticado y sensible para los problemas
personales, distinguiendo entre una variedad de causas físicas, espirituales,
temperamentales y demoníacas.
(3) Desarrollaron un balance notable en sus terapias porque no se apoyaron en
ninguna "teoría de la personalidad" individual que no fuera las enseñanzas bíblicas
sobre el corazón.
(4) Fueron realistas sobre las dificultades de la vida cristiana, en particular conflictos
relacionados con pecado remanente persistente.
(5) Su enfoque no era solo conducta sino motivos y deseos subyacentes. El hombre es
adorador, los problemas derivan de una "imaginación pecaminosa" o de la creación
de ídolos.
(6) Consideraban que el remedio espiritual esencial era creer en el evangelio, usado
tanto para arrepentimiento como para el desarrollo de un adecuado entendimiento
propio.


IMPORTANCIA DE LOS PURITANOS

¿Por qué otorgarles consideración especial? Porque constituyeron la Primera Escuela
Protestante de Consejería Bíblica. Toda persona que anhele cultivar consejería bíblica
debe adentrarse profundo en el estudio de los Puritanos.
J.I. Packer, quizás uno de los pastores contemporáneos más versados en los escritos
puritanos, lo dice así:
"...los puritanos... eran fuertes justo donde los cristianos evangélicos de hoy son
débiles... he aquí hombres de poder intelectual fuera de serie, en quienes los hábitos
mentales cultivados mediante sobria escolaridad estaban unidos a celo flameante por
Dios y conocimiento minucioso del corazón humano."
Los estudiosos bíblicos de hoy no entienden el corazón humano, dice Packer,
mientras que los consejeros no conocen la Escritura. Los Puritanos son una
generación entera de hombres que combinan ambas fortalezas.
El continúa:
"Lo vacío de nuestro biblicismo se torna aparente una y otra vez cuando dividimos
las cosas que Dios ha unido... predicamos un evangelio sin ley y una fe sin
arrepentimiento... al enfatizar la experiencia cristiana hablamos de gozo, paz,
felicidad, satisfacción, quietud del alma, pero sin referencia balanceada con el
descontento divino de Romanos 7, la lucha de la fe del Salmo 73, o cualquiera de las
cargas de responsabilidad o providencias circunstanciales que caen sobre el hijo de
Dios... consultan a sus pastores, y éste a su vez no les ofrece otro remedio que
enviarlos al psiquiatra! Ciertamente necesitamos ayuda y la traición puritana puede
darla."

LECCIONES A CONSEJEROS1. Los puritanos estaban comprometidos con la "autoridad funcional" de la
Escritura en consejería.
Consideraban la Escritura más que suficiente para lidiar con cada aspecto básico de
problemas o condición humana. John Owen brillaba producto de su experiencia
pastoral y la diversidad de "casos" de su época, pero agregaba una advertencia difícil
de ignorar: nada substituía al estudio diligente de las Escrituras, a la meditación sobre
lo estudiado, la oración ferviente, el sentir de las cosas espirituales y el conocer las
tentaciones del alma propia, con observación prudente a la obra de la gracia en el
alma.
Sin estas cosas, es vanidad toda pretensión de habilidad y deber en el oficio pastoral.
Los Puritanos descansaban su consejería en la Escritura.
Estudiar los Puritanos es un "laboratorio" excelente para estudiar consejería bíblica,
porque no tienen influencia alguna de modelos psicológicos. Muchos, hoy en día,
claman ser estrictamente bíblicos en sus enfoques consejeros y sin embargo
evidencian la fuerte influencia de Maslow, de Rogers, de Skinner, o de Ellis. Los
puritanos no tenían competencia secular en el área de consejería. Necesitamos
considerar muy seriamente sus modelos.
2. Tenían un sistema plenamente desarrollado para diagnóstico de problemas.
Escritos y más escritos de cientos de casos, de distintas condiciones espirituales y
problemas personales diferentes. John Owen es muy representativo cuando enseña
que cada pastor debe comprender los diferentes casos de depresión, temor, desaliento
y conflicto del alma de los hombres.
Esto es muy necesario para aplicar "las medicinas adecuadas que remedien cada
úlcera del temperamento". Los puritanos fueron verdaderos médicos del alma. Sus
estudios de la Escritura y del corazón humano les condujeron a elaborar finas
distinciones entre condiciones y a clasificar muchos tipos y subtipos de problemas
que requerían tratamientos diferentes.
Condiciones sobre Discernimiento
Thomas Brooks en su libro "Preciosos Remedios contra las Artimañas de Satanás"
[Precious Remedies Against Satan's Devices] y el "Directorio Cristiano" de Richard
Baxter
[A Christian Directory] son manuales clásicos.
Brooks discute ¡doce clases de tentaciones, ocho variantes de desaliento, ocho tipos
de depresión, y cuatro clases de orgullo espiritual! La sección sobre "Tentaciones" se
dirige a cualquiera que lucha con patrones establecidos de pecado, en particular
luchas contra patrones de adicción. Como pastor, a menudo he consultado este
manual para ayudar a personas confundidas que han caído en tentaciones viejas luego
de años de libertad. Invariablemente he descubierto que, aún habiéndose fortalecido
contra un par de tentaciones, todavía se hallaban indefensos contra otras más de las
que menciona el manual.
La sección sobre "Desaliento" aplica a personas que sufren de "cerebro quemado" así
como de ansiedad, tristeza, decepción. Brooks distingue entre el desaliento causado por la codicia, por falsas expectativas, por un espíritu complaciente a los hombres,
por la auto justicia, por la distorsión doctrinal, o incluso por una simple carencia de
auto disciplina.
Cuando escribe sobre "Depresión", lidia con personas cuya desesperanza surge de
culpa o proveniente de "baja imagen de sí mismos". Los puritanos llamaban
"acusación" a esta condición, cuando la conciencia y el diablo atacan a la persona en
referencia a sus fallas y pecados. Brooks reconoce varios tipos de patologías de la
conciencia: la conciencia idiotizada, la conciencia herida, la conciencia marchita, y la
conciencia super escrupulosa.
Por último, la sección sobre "Orgullo" discute varias formas de este grande pecado.
Trae a la superficie casos de materialismo, de lujuria por el poder, de arrogancia
intelectual, de amor por la ignorancia y crudeza, de amargura, y de celos.

Condiciones sobre Discernimiento
El Directorio de Richard Baxter es enorme en su alcance y comprensibilidad. Ocupa
900 páginas de finas hojas escritas a dos columnas. Permítanme ofrecerles este índice
general.
ETICA CRISTIANA
A. Para la persona no convertida
1. 20 direcciones para el no convertido
2. 30 obstáculos que separan de Cristo a los hombres
3. 10 maneras en que el no convertido es engañado y cree que ha sido convertido
B. Para cristianos débiles
20 direcciones de cómo crecer en la gracia
C. Direcciones Generales para Caminar con Dios
D. Para luchar con "grandes pecados más directamente contrarios a la santificación"
[raíces motivadoras que subyacen en patrones más obvios de conductas
pecaminosas].
1. Incredulidad
2. Dureza de corazón
3. Hipocresía
4. Idolatría de la aprobación; buscando complacer a otros
5. Idolatría del poder / influencia; orgullo
6. Idolatría de las posesiones; materialismo y afán
7. Idolatría de la apariencia física; sensualidad
E. Luchando contra resultados de "raíces" pecaminosas (más obvias conductas
pecaminosas)
1. Control del tiempo (el pecado de perder el tiempo)
2. Control de los pensamientos
a. pensamientos vagos
b. meditación vs. introspección
c. pensamientos depresivos
3. Control de las pasiones
a. sobre dependencia ("amor pecaminoso") a cosas o personas
b. descontento
c. humor pecaminoso
d. ira y amargura
e. duda y desesperación
4. Control de los sentidos
a. glotonería
b. adicción a la bebida
c. fornicación e inmoralidad sexual
d. lujuria
e. regulación del sueño
5. Control de la lengua
a. procacidad, proferir juramentos
b. mentiras y decepciones
c. infantilismo/ñoñería
d. sarcasmo/burlas
3. 30 otros pecados de la lengua
6. Control del cuerpo
a. trabajo y pereza
b. deportes y recreación
c. moda y apariencia
Esta es solamente la primera sección del Directorio. ¡Hay tres más!
"Economía cristiana" se refiere a relaciones cristianas: esposos y esposas, el
empleador y el empleado, de padres e hijos. Además, Baxter incluye aquí la relación
del cristiano con Dios, el estudio de la Biblia, la oración, la comunión de los santos,
los sacramentos, problemas de seguridad e inseguridad.
En las secciones tercera y cuarta se refiere a cristianos en la vida de la iglesia, y
finalmente, en "Política cristiana" define las responsabilidad social cristiana.
Al llegar a este punto Baxter denota mayor madurez de pensamiento que otros
puritanos (¡y la mayoría de consejeros de hoy!), quienes caen en esquemas
individualistas y a menudo pietistas en sus enfoques sobre el discipulado. Al
contrario, Baxter describe en detalle los deberes públicos de discipulado de cristianos
pobres y ricos, de quienes ejercen autoridad legislativa, son abogados, o médicos, o
profesores, y del personal militar.
Discernimiento de Causas
Los puritanos fueron capaces de hacer distinciones finas para diagnosticar la raíz causal de los
problemas. El sermón de Baxter "¿Cuál es la mejor manera de conservarse en contra de la
melancolía y la preocupación excesiva?" [What are the Best Preservatives against Melancholy and
Overmuch Sorrow?] discierne cuatro causas posibles de depresión (pecado, fisiología,
temperamento, actividad demoníaca) en una diversidad de inter relaciones.
Baxter enumera una lista de pecados que alimentan la depresión.
Primero señala inclinaciones pecaminosas ocultas como terreno para la misma: impaciencia,
descontento, demasiado amor por el mundo material, egoísmo, desconfianza en Dios, falta de
sumisión real a la soberana voluntad divina. Concluye que cualquier culpa sobre la voluntad
pecaminosa (por ejemplo una mala conciencia) es causa de depresión.
Pero distingue cuidadosamente entre causas físicas y espirituales de un problema:
"en muchos sucede que una gran parte de la causa se debe a mal temperamento, debilidad,
enfermedades del cuerpo -el alma se ve grandemente incapacitada por ello- pero cuando surge de
tales necesidades físicas, puede verse que la pecaminosidad es menor y menos peligrosa al alma, no
deja de ser un problema, pero es menor".
Luego Baxter señala algunas causas específicas del "excesivo afán" que se manifiesta como
depresión. Incluye "dolor extremo, que el cuerpo es incapaz de soportar"; debilitamiento de las
capacidades mentales (como la decadencia mental de personas muy ancianas); y "cuando el cerebro
y la imaginación enloquecen" por otras razones corporales.
Demuestra balance notable. Baxter reconoce que algunas depresiones no se derivan de pecado o de
fallas para manejar la vida de acuerdo a como Dios dice (de hecho, al final de su sermón sobre la
depresión provee direcciones para el cuidado de la salud!).
Pero por otra parte reconoce lo complejo de la relación entre lo físico y lo espiritual.
En la cita mencionada dice que si la afección es de origen físico "será menos dañina o peligrosa al
alma".
Hay grados de pecaminosidad y de responsabilidad. En algunos casos, cuando el dolor de una
persona es moderado, su tristeza pudiera deberse a rechazar confiar en Dios. Pero si el dolor es
violento e insoportable, el cuadro de histeria tendría poco pecado involucrado.
Esto es muy instructivo. La investigación moderna ha encontrado bases fisiológicas para todo,
desde adicciones hasta esquizofrenia hasta el egoísmo. Por un lado existe el peligro de que los
consejeros bíblicos ignoren esta información e insistan que virtualmente todo problema deriva
completamente de pecados deliberados. Pero por otra parte hemos de resistir la creciente tendencia
a nombrar cada problema como "enfermedad", sobre la cual el paciente no tiene control y tampoco
responsabilidad.
Pero Baxter no ha terminado.
Expone otras dos raíces como causa de depresión, "esta complicada enfermedad del alma".
Temperamento es un factor. Algunos exhiben un "temperamento natural" timorato y apasionado,
que si bien no es la causa primaria puede considerarse como inclinación a la tristeza. Agrava el
"excesivo afán" y ciertamente produce que las personas sean más proclives al mal que otras.
Además, enfoca su atención en la actividad satánica como causa de depresión. "Debo señalar que la
persona melancólica es sincera, a punto tal que el conocimiento de causa de la actividad satánica
sería más de consuelo que de tristeza". Ciertamente el diablo posee las almas de impíos, pero
también es verdad que intenta aciones frecuentes contra los santos.
Estas acciones pueden incluir enfermedades del cuerpo (pone a Job como ejemplo) y también
tentaciones que inyectan corrientes de pensamientos pecaminosos y blasfemos en la mente.
Baxter señala con todo cuidado que Satanás "no puede hacer lo que desea contra nosotros, pero que
nosotros le otorgamos ventaja para hacerlo. No puede romper nuestra puerta, pero entrará si la
dejamos abierta. Puede tentar fácilmente a una persona ...tranquila a la pereza, ...una colérica hacia
la ira, ... una sanguínea hacia la lujuria..."
Es importante darse cuenta que Baxter no busca trabajar pastoralmente sobre Satanás en forma
directa, dirigiéndose a él autoritativa y directamente, comandándole, como algunos hacen hoy en
día. En lugar de ello, el puritano busca "cerrar la puerta" que hemos dejado abierta al diablo. "La
mayoría de las acciones diabólicas sobre el alma tienen a Satanás como padre y nuestro propio
corazón como madre."falsos arrepentimientos, en entendimiento inapropiado de la santidad de Dios, y en el hueco
entendimiento del pecado remanente.
Muchas otras tentaciones tienen raíces sociales, por ejemplo malas compañías, la idolatría de buscar
la complacencia de otros, o la desilusión provocada por líderes cristianos inconsistentes. Y muchas
tentaciones provienen de pensamientos distorsionados sobre fuentes verdaderas de satisfacción.
Tendemos a "racionalizar el pecado como si fuera virtud."
En cada caso Brooks considera de tres a cuatro "remedios", es decir enfoques de consejería.
Algunos son conductas de "tareas en casa", como el alejarse de maas compañías. Otros son
remedios de consuelo puro, como por ejemplo a la persona que repetidamente cae en pecado de la
naturaleza. En lugar de sólo exhortar al arrepentimiento, Brooks alienta tiernamente. Puntualiza que
"incluso el más renombrado y ahora coronado de los santos, en sus días terrenales tuvo recurrencias
en el mismo pecado. Una oveja también puede caer en el pozo, igual que un cerdo."
Con gentileza, recuerda también al creyente desconsolado que ninguna experiencia de convicción
de pecado o incluso del amor divino puede "vacunar o asegurar el alma contra la posibilidad de
recurrir en el mismo pecado". Hasta personas como Pedro, testigo de la gloria de Cristo en el
monte, más tarde le negó. Esta clase de consejería se dirige a traer consuelo y paz a la persona
sujeta a dolor emocional.
Con todo, los remedios de Brooks parecieran muy similares a la terapia "cognitiva". El puritano ve
los problemas como debidos en gran medida a distorsiones doctrinales, a incredulidad, a mentiras
que creemos de Dios y de nosotros mismos. Por lo tanto sus remedios son apasionados argumentos
escriturales en los cuales confiar con fuerza y constancia de modo consciente contra las mentiras
que estén dominando en el corazón.
Urge constantemente al lector a "profundizar" en verdades particulares.
Por ejemplo, reconoce que muchos son tentados a presumir de la gracia. Creen que "la obra de
arrepentimiento es fácil, y por ende su alma no tiene que lidiar con pecado. ¡Cómo! Supón que
pecas -dice Satanás- bueno, no es tan difícil regresar, confesar, estar contristado y pedir perdón".
Brooks dice a la persona que se halla bajo el poder de semejante distorsión que recuerde cuál es la
naturaleza del diablo, un mentiroso. Antes de pecar, te dirá que es fácil arrepentirse; pero después de
pecar te dirá que arrepentirse es muy duro! Ambas cosas son mentira. "Ah almas, les tienta a pecar
al sugerir lo fácil del arrepentimiento mientras socava hacia la desesperanza, y luego presenta el
arrepentimiento como lo más difícil del mundo, como un trabajo tan arduo para el hombre así como
el cielo lo es el infierno, como la luz a las tinieblas. Oh que tú fueras sabio para romper tus pecados
con oportuno arrepentimiento! Arrepentirse es una obra que debe hacerse oportunamente, o nunca
jamás se logrará."
En otro ejemplo explora el problema de la prosperidad de los malvados. Muchos cristianos se
autocompadecen y pecan al ver la prosperidad de impíos y sus vidas confortables. Brooks ayuda a
que la persona tentada "observe la cuenta estricta que los hombres vanos habrán de rendir sobre los
bienes que han disfrutado." Cita a Felipe de España en su lecho de muerte, clamando "¿de qué me
sirve toda mi gloria si soy atormentado en mi muerte?". Brooks recuerda al creyente ver las cosas
desde la perspectiva de los juicios de Dios. Que no hay mayor miseria en esta vida que no haber
padecido miseria ni aflicción, no haber experimentado la vara de Dios! (Oseas 4:7)." Poderosos
argumentos para que el creyente "considere."
Es un balance notable. Tal pareciera que los remedios de Brooks son semejantes a la terapia
"cognitiva": cambio de ideas para aliviar ansiedad, miedo, depresión. Tal pareciera en ocasiones
como un "conductista": cambio inmediato de patrones de vida.
La realidad es que Brooks no tiene miedo de profundizar buscando motivos y deseos. Consuela.
Toma muy en serio estados emocionales.Luego entonces, ¿es Brooks conductista, terapeuta cognitivo, consejero Rogeriano? No. No es
ninguno de ellos.
Su balance proviene del hecho de no ser controlado por modelos cognitivos sobre la personalidad ni
por modelos conductistas. No considera que el pensamiento o la conducta o las emociones
constituyan las porciones más básicas de la personalidad. Tampoco ofrece su propia versión teórica
de la personalidad donde interrelacione estos componentes en un patrón nítido de causa-efecto.
Más bien se concentra en el corazón (una palabra que a menudo intercambia con alma). Los
"movimientos" del corazón son pensamientos, sentimientos y acciones. Los problemas se presentan
cuando el corazón opera en incredulidad. Los problemas se solucionan cuando se "presenta" al
corazón la verdad de la Palabra de Dios (terminología de Brooks), e influye sobre los pensamientos
así como la voluntad y emociones.
Brooks instará a obedecer una verdad de inmediato y al mismo tiempo reflexionar y meditar hasta
que el principio pensamientos e sentimientos, ambos.